Hola de nuevo. Hoy os traigo una fiesta japonesa muy molona que le hice el pasado mes de Marzo a mi hija Júlia por sus 9 años. ¡ Nueve ya, cómo pasa el tiempo!
Le regalaron un kit de fiesta de kokeshi y de ahí sacamos la temática. Quería también que fuese fiesta pijama, así que hicimos una fiesta pijama-japonesa.
(Foto de google) |
(Foto de google) |
Ha sido una experiencia muy bonita el preparar la fiesta juntas, mis dos enanas y yo. Por todo lo que ha conllevado, desde el diseño, las manualidades, paseo al bosque para conseguir ramas para la decoración, compras para los preparativos... pero sobre todo, la ilusión y la intensidad con la que lo hemos vivido las tres.
Empezamos realizando unas kokeshi para decorar la puerta de la entrada y dar la bienvenida a las niñas.
La de la izquierda es la que hizo Júlia (9) y la de la derecha la que hizo Berta (6), ¿a qué son monísimas? ¡Son unas artistazas!
Luego, y gracias a la gran ayuda de una amiga japonesa que me hizo unas traducciones dimos la bienvenida: "Minasan youkoso. konnichiwa" - Bienvenidas Amigas Hola -
Fuimos a dar un paseo por Collserola para buscar unas ramas bonitas que decoramos con papel pinocho, con unas mariposas y unas flores representando la rama del cerezo florecido.
Esta vez para el photocall hicimos unas pelucas al más puro estilo kokeshi.
Para regalar a las niñas, hicimos unos Furoshikis, con unas galletas decoradas en el interior. Para ello contamos con la ayuda de mi madre que es la crack de las agujas.
Existen muchas maneras de hacer los furoshikis y nosotros los hicimos a modo de bolsita, con estas telas tan bonitas que encontré.
Para la merienda monté una mesa dulce.
Júlia quiso también la guirnalda en japonés. "Otanyoubi omedetou Júlia" - Feliz cumpleaños Júlia.
Galletas, cupcakes, gelatinas, nubes, brochetas en abanico de fresas y como no podían faltar los "Dorayakis".
Personalicé las botellas de agua con la etiqueta que diseñé con la kokeshi.
Copas de gelatina que a todo el mundo encantó, decoradas con los paragüitas de papel.
Me sorprendió que tuvieran tanto éxito los paraguas. Las mamis que vinieron a traer a las niñas porque les recordaba a su infancia y a las niñas les requetechifló.
Con las copas de gelatina, puse en práctica los conocimientos adquiridos durante los cursos de gelatinas artísticas y gelatina floral que hice con Milagros Mar Rivas, una profesional como la copa de un pino, que os recomiendo 100% que hagáis un curso con ella si tenéis ocasión. Las copas fue lo primero que desapareció de la mesa dulce. Y son tan vistosas y tan fáciles de hacer...
También pasé junto a las niñas, muchas horas frente al ordenador buscando inspiración, tanto para la decoración de la fiesta, como para la tarta de cumple que coronaría la mesa; pero este fue el diseño que Júlia misma ideó inspirado en uno que vimos en pinterest. Le encantaron los paraguas y ellas mismas los clavaron en la tarta.
¿Cómo decorar cupcakes y galletas estilo japonés? Para hacer una grafía japonesa y no saber su significado, se me ocurrió una bonita idea; este símbolo que veis tan japonés es el "koriki", que es el símbolo de la felicidad utilizado en las terapias de Reiki. Nada mejor que impregnarse con la felicidad que nos otorga el koriki al comerse un cupcake o una galleta. (A mi maestra de Reiki le encantó esta idea, jajaja y se puso muy feliz porque utilizara lo que ella me había enseñado).
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Algo de fruta fresca siempre va bien en una mesa dulce para merendar, así que como es época de fresas... están tan buenas...¡volaron!
Queríamos hacer Dorayakis, pero ya no tuve más tiempo con tanta repostería y preparativos, así que compré unos magníficos "bollycaos japoneses" que quedan igual de monos y parecen Dorayakis de verdad...
Después de la merienda, jugamos al juego de los sentidos. Tapando los ojos a una de las participantes, en recipientes les dábamos a oler o probar o tocar diversas cosas: mayonesa, ketchup, cola cao, canela, piemienta, sal, azúcar... y tenían que adivinar que era lo que había en el recipiente.
A cada participante le dábamos a probar tres cosas, y en el oído nos tenían que decir que era y lo anotamos en un papel, si lo adivinaban o no. ¡Cómo se reían cuando les tocaba la pimienta, que salían todas corriendo disparadas al baño a lavarse la boca! jajajaaja
También hubo tiempo para hacernos fotos divertidas con las pelucas japonesas... aquí con mi inseparable amiga Vicky, que vino a echarme un cable con tanta niña... aix... si no fuese por ella, que haría yo!!
Y las peques, hasta tuvieron tiempo de hacer meditación, jajajajaa, ¡¡menudas caras de concentración!!
Para poner banda sonora a toda la fiesta, Julia y Berta buscaron en youtube música japonesa y encontraron una muy chula, música zen, que sonaba de fondo.
Y para la cena, como no: sushi. ¡El mejor sushi que hayamos probado jamás! Nos lo elaboró mi compañero de clase Oriol, que es un "monstru" del sushi. Además hecho con un amor impresionante que se notaba cuando te lo comías.
Les monté una mesa a ras de suelo como los japoneses y a comer sushi con palillos...
Júlia quiso soplar dos veces las velas: la primera con ocho velas, para despedirse del 8 y luego con las nueve para darle la bienvenida a sus nueve años.
Y después recogimos la mesa he hicimos un tatami gigante con colchones para que durmieran 9 niñas, con sus sacos de dormir.
No había quien las durmiera y después tres de ellas que no había manera de que se durmieran, estuvieron modelando fondant conmigo en la cocina hasta las 3 de la mañana.
Se lo pasaron genial y por fin pudo tener una fiesta en condiciones mi angelito; la pobre el año pasado se quedó sin fiesta porque el día que habíamos escogido calló el diluvio universal y como era una fiesta en el parque la tuvimos que anular. Después vino semana santa y ya no era cuestión de hacer la fiesta un mes después del cumple.
Fueron muy felices, ellas y sus amiguitas y con eso es con lo que me quedo.
Así que Arigatou (gracias) por llegar hasta aquí en este post tan largo de hoy.
Feliz semana.